martes, 1 de abril de 2014

HCD 2014: AUED PROPUSO UN CONCEJO DELIBERANTE MAS MODERNO Y QUE LLEGUE A LOS BARRIOS





La osadía y la creatividad deben primar sobre la mirada conservadora y asfixiante de no discutir ni avanzar sobre nada.


Discurso del Sr. Presidente del Honorable Concejo Deliberante Don Pablo Pedro Aued, en la Sesión Inaugural del 1º de Abril de 2014.

Sr. Intendente Municipal Interino, Don José Luis Vidal; Sres. Integrantes del Departamento Ejecutivo; del Consejo Escolar; de las Fuerzas de Seguridad; del Poder Judicial; de la Delegación Regional del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Bs. As.; del Consorcio de Gestión del Puerto Quequén; de la Cámara Comercial e Industrial; de la Usina Popular Cooperativa; de los distintos Sindicatos; de la Confederación General del Trabajo; CTA; 62 Organizaciones; de los distintos Partidos Políticos; de las distintas Asociaciones Vecinales; Organizaciones No Gubernamentales del Distrito; de los distintos Colegios Profesionales; Sres. Trabajadores de los Medios; Periodistas; Sres. Concejales; Vecinos y Vecinas.
Estamos inaugurando un nuevo periodo de Sesiones Ordinarias en este Cuerpo Deliberativo. El primero que me toca presidir, luego de que la ciudadanía y más tarde mis pares, decidieran por unanimidad que quién se dirige a ustedes hoy, sea titular de este Departamento; cuestión que me hace un eterno agradecido de esa enorme cuota de confianza que me obliga –todos los días, y a cada hora- a que el dialogo indubitable y la infatigable búsqueda de consensos, se constituyan en el norte obligado de esta circunstancial administración.
La atomización política que nos demuestra la postal vigente, nos fuerza a todos a una mayor contracción a debatir profundamente cada uno de los temas, sean internos o externos, conscientes de que es vasta la agenda comunitaria de requerimientos ciudadanos; la mayor parte problemáticas serias que se enmarcan en una decadencia estructural inédita, cuestiones que deben tratarse con la máxima responsabilidad en este mismo recinto.
El presidir un órgano colegiado de este tipo es una tarea de aprendizaje constante, labor en la que cuento con un Secretario de Cuerpo y un grupo de trabajadores incansables y –Dios así lo permita- con el entendimiento y paciencia de mis pares, en la que creo es propicio destacar algunos puntos que emergen como directrices salientes y deseadas  para esta presente gestión.
Vamos a esforzarnos para hacer un Concejo Deliberante local más moderno, más ágil, más cercano, y más asequible a los vecinos. Intentaremos dar lo mejor de nosotros para que la información de las actividades parlamentarias llegue a nuestros conciudadanos de la mejor manera posible; ahí nuestro pedido de positiva colaboración a los amigos de los distintos medios para que nos ayuden más, de lo que lo hacen habitualmente.
El Concejo Deliberante debe atender la problemática ciudadana de manera próxima y simple, para lo cual estamos dispuestos a abrir distintos andariveles para cimentar un contacto comunitario más lubricado y eficaz.
Queremos un Concejo que llegue a los barrios, que abra su hermosa Sala –una de las más bellas de la Provincia de Buenos Aires- a la motivación juvenil para una consecuente participación cultural y artística.
Un Concejo que pueda honrar y poner al alcance de cualquier particular, su rica historia de más de 130 años y también, por qué no, honrar la actividad de los ediles y los intendentes de otrora; un Concejo de puertas abiertas; un Concejo que utilice todas y cada una de las herramientas electrónicas y virtuales para fomentar la comunicación y la publicidad de todos sus actos, exigencia medular en la vida republicana y en la convivencia democrática.
Se hace urgente, entre otras cosas, un Digesto que sintetice la normativa vigente y que convierta a la normativa local en algo entendible y próximo al ciudadano de a pie.
Todos y cada uno de los concejales somos conscientes que la agenda comunitaria es amplísima y engorrosa, que debemos redoblar el esfuerzo para que este Concejo pueda ventilar y resolver los temas que ocupan y preocupan a nuestros vecinos de manera contigua, de manera eficiente.
Todos deseamos un Cuerpo que se desviva para que el producido del debate político, redunde y se plasme en normas comunales virtuosas que estimulen –entre otros objetivos- la llegada de capitales privados que inviertan debidamente en el Distrito, y que ésta se traduzca en trabajo real para nuestros coterráneos, reglas locales que ayuden a desplegar un basamento eficiente que facilitará el despegue que como comunidad nos libere del estado de postración en el cual nos encontramos.
La gente todos los días nos exige, con razones sobradas, un esfuerzo superlativo debido al estado de cosas; que es inocultable. La mala praxis política, la desidia, la falta de proyección y previsión en la dirigencia comunitaria, la improvisación constante y sonante, el egoísmo y la mezquindad de algunos actores estelares, un asfixiante espíritu conservador y cansino, un cúmulo sistemático de decisiones desacertadas a través del tiempo, la falta de acompañamiento de distintos gobiernos centrales y una política pública de carácter espasmódica e indolente, la ausencia de una agenda consensuada que detente un complejo sostenido de políticas a largo plazo –las llamadas ‘políticas de estado’- se han conjugado y derivado en una pócima letal para el crecimiento sostenido de nuestro Distrito.
La osadía y la creatividad deben primar sobre la mirada conservadora y asfixiante de no discutir ni avanzar sobre nada.
La valentía y la sinceridad de poner los temas urticantes sobre la mesa y proponer opciones y objetivos comunes, si objetivos comunes, sin eufemismos ni falsas premisas, deben prevalecer sobre los ‘cantos de sirena’ y las incumplidas promesas.
Las políticas de mediano y largo plazo derivadas de una discusión política, que no derive en eterna, sino que sea ágil, frontal y eficaz deben prevalecer sobre el  “parche” constante.
El amor y la incondicionalidad –en serio- a esta bendita tierra que queremos y nos desvela, debe ganarle a los condicionamientos individualistas y a las meras coyunturas y especulaciones políticas y partidarias.
El estudio de los temas, el debate y la inteligencia deben sepultar a la demagogia, la improvisación y a la falta de ideas.
La recuperación del sentimiento que otrora nos permitía apreciarnos orgullosos de vivir en esta comunidad, de ese sentido de pertenencia perdido, debe doblegar finalmente a la desazón, al malestar y a la anomia actual.
Solo una cruzada colectiva, vigorosa y sin tregua, nos acercará al gran objetivo común como pueblo, que posibilite dejar atrás al individualismo y a la inmadurez dirigencial.
Estos factores –desde mi humilde prisma- deben convertirse en un sistema feroz de anticuerpos que permitan pulverizar las antinomias y los desencuentros históricos, y se conviertan –concomitantemente- en un plafón virtuoso que nos empuje al destino de gloria que este incomparable Distrito, bendecido por la mano del Creador, se merece de una vez por todas.
Les agradezco enormemente su presencia. Muchísimas Gracias.

0 comentarios: